CUESTIÓN DE OLORES
CUESTIÓN DE OLORES
Un compañero de
trabajo inesperado: el olor corporal
Hace tiempo vivimos en el trabajo una situación algo
surrealista. Llegó un compañero que se caracterizaba desgraciadamente por su fuerte olor corporal: daba igual que
fuera invierno o verano o que fuera primera hora de la mañana o al terminar la
jornada. En aquella oficina con gran número de trabajadores se hizo conocido
por esta característica que resultaba muy molesta a todos los compañeros.
También se daba la circunstancia de que repetía su vestuario constantemente, y
con la sospecha de no haber sido lavado con la misma asiduidad que su uso, no
usaba colonia y su pelo era descuidado y sin cortar.
Impregnaba de ese olor desagradable por dónde quiera que se
desplazaba: visita a un despacho, al baño, a la sala de trabajadores, entrevista
con un cliente…
Cómo no podía ser de otra manera, las quejas de los
compañeros y compañeras llegaron a los jefes. Resultaba muy embarazoso abordar
la situación con este trabajador. Lo primero que se hizo es informarse en
entrevista personal de las dificultades personales que podía tener este señor y
se le hizo saber, de manera educada y asertiva, el malestar que causaba su fuerte
olor corporal al resto de los compañeros de la oficina, dificultando el trabajo
continuo en su compañía.
El problema del olor iba acompañado con una personalidad algo
“especial o diferente” ya que, educadamente escuchaba todo lo que se le decía, lo
que se le recomendaba u orientaba pero él no respondía. Su actitud parecía de
indiferencia, y sus pocos comentarios eran que “él no se daba cuenta, no creía
que fuera para tanto, él no se olía”… Y el resultado práctico de esta entrevista
personal se extendía a pocos días en que el olor desaparecía y ya está, vuelta
a empezar.
La Bromhidrosis o
enfermedad del mal olor corporal
Una de las teorías que se mantenía en la oficina es que
padecía la bromhidrosis o la enfermedad del mal olor corporal. La 'bromhidrosis', 'osmidrosis', o mal olor corporal es una
condición en la que se produce un excesivo olor corporal que suele ser
desagradable. Esto puede alterar de forma importante la calidad de vida de una
persona, así como la de los que le rodean. Este mal olor se observa sobre todo
en las axilas, pero también puede originarse en las plantas de los pies o en la
zona genital. "Se ha descrito como un olor, agrio, rancio, húmedo o
amargo.
El olor corporal excesivo o anómalo es consecuencia de la
degradación del sudor causada por las bacterias y los hongos que normalmente
viven en la piel.
La bromhidrosis aparece por falta de higiene de la piel y de
la ropa. También puede ocurrir después de comer o beber ciertos alimentos (como
curry, ajo, cebolla y alcohol) y tomar ciertos medicamentos (como la
penicilina). La bromhidrosis se produce con más facilidad en las personas que
sudan en exceso.
Suele ser suficiente con lavarse dos veces diarias
con agua y jabón para eliminar las bacterias y los hongos que causan el mal
olor. En algunos casos puede ser necesario lavarse con un jabón antiséptico
durante algunos días, y puede combinarse con la aplicación de cremas
antibacterianas que contengan clindamicina o eritromicina. También suele ser
útil afeitarse el vello de las axilas para controlar el olor. La ropa también
debe lavarse con frecuencia. Para enmascarar los olores, se pueden probar
desodorantes o antitranspirantes (que disminuyen la excreción de sudor).
(Fuente: Manual MSD)
Consecuencia de los
olores
Las indicaciones y llamadas a este trabajador a cambiar esta circunstancia
del olor corporal se iban repitiendo periódicamente y no iban teniendo el
resultado esperado y deseado: aumentar el aseo y cuidar esta enfermedad si era
el caso.
Así pues, la siguiente medida fue destinar a este trabajador
a la mesa más alejada del resto de los compañeros/as y asignarle unas tareas lo
más independientes del resto de la oficina. Curiosamente, la tarea en sí era de
las más desagradables y menos deseada de desempeñar por el resto de los
compañeros. Y también aumentaron los avisos faltos de educación y tacto hacia
su persona, los comentarios irónicos y los chistes malintencionados por
compañeros/as cansados de trabajar todos los días en ese ambiente de trabajo.
Hasta dónde pude saber, este señor no se quejaba del trabajo
asignado ni del lugar de su puesto de trabajo. Y por parte de la dirección, tampoco
se le ofrecía nunca oportunidades para mejorar su situación laboral y que
implicaban un aumento de sueldo y que sí se ofertaban a compañeros/as de su
misma capacitación profesional.
¿Hablamos de de
falta de igualdad de trato en el trabajo?
¿Puede esto ser considerado como discriminación o
falta de igualdad de trato? Entiendo que se trataría de una discriminación
directa y oculta, ya que las verdaderas motivaciones (el mal olor corporal de este señor) se escondían alegando que “el
perfil de este trabajador era el apropiado para el puesto que ocupaba“ y para
los otros puestos con mejores condiciones “se valoraban otras capacidades que tenían otros compañeros/as”.
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